La arriesgada estrategia del Sindicato de Escondida para lograr dos negociaciones en una

 

El sindicato busca que al día 30 de la huelga un grupo mayoritario se descuelgue y que otro se acoja al artículo 342 del Código del Trabajo, que permite volver a negociar en 18 meses. Con esto, los trabajadores recibirían beneficios de la negociación en el descuelgue y en 18 meses más.

El escenario al interior de Minera Escondida, perteneciente a BHP, está intenso. Durante este fin de semana, los alrededor de 2500 trabajadores pertenecientes al sindicato uno -el más grande de la minería privada del país- iniciaron las votaciones para decidir si apoyan o no una nueva huelga, luego de que los dirigentes rechazaran la última oferta por $ 18 millones y beneficios por más de $ 31 millones, si se considera el préstamo de libre disposición de UF 500, relacionados al plan habitacional, que corre en algunos casos.

La tarde del sábado, el sindicato aseguró que alrededor de 1000 personas habían votado, cifra importante considerando que el proceso termina el 1 de agosto y que para aceptar la huelga -que de ser aprobada se concretaría a mediados de agosto, sumándose a la paralización de 44 días que se realizó en 2017- necesitan el 50% +1 de votos favorables (unas 1251 personas, con la base de 2500).

La estrategia

El sindicato, asesorado por el abogado Marco López, está apostando a una estrategia que incluye una huelga de 30 días; el descuelgue del más del 90% de los trabajadores al día 30 de dicha movilización, que recibirían bonos por $ 14,5 millones (incluyendo préstamo blando); y que los trabajadores restantes se acojan al artículo 342 (ex 369) del Código del Trabajo, teniendo la posibilidad de volver a negociar en 18 meses. Lo anterior, tiene que ver con la interpretación de que los “descolgados” quedan suscritos a contratos individuales, mientras que los que se acojan al artículo 342, con contratos colectivos, dando el pie para un nuevo proceso “colectivo” para ambos grupos. Con esto, se esperaría que en cada proceso se reciban $14 millones, totalizando $ 28 millones en total.

“Los 2495 socios que nos descolgamos aceptaríamos la última oferta quedando regidos por ella y recibiríamos los $ 14,5 millones, pero además de eso, al seguir perteneciendo al sindicato todos quedaríamos regidos por el plazo de 18 meses para volver a negociar”, señaló un trabajador, que también manifestó que todo esto quedaría al escrutinio de la Dirección del Trabajo (DT), ya que es una interpretación de la Ley.

El tema ha generado inquietud al interior de la minera, que incluso ya habría sostenido reuniones con el Ministro del Trabajo. De hecho, ha repartido informativos internos en los últimos días a los trabajadores, explicando la pérdida de beneficios que implicaría utilizar la técnica.

“Si se firma el contrato hasta el 5 de agosto, los trabajadores reciben $ 18 millones + 500 UF de préstamo de libre disponibilidad a quienes corresponda. En cambio, si los trabajadores se descuelgan el día 30 de la huelga, perciben $14,5 millones”, dice uno de ellos.

En ese sentido, la minera acusa al sindicato de hacer una interpretación mañosa: “No concordamos con esta interpretación porque es errada. Es además inadecuada e irresponsable tratar de hacer ver esta opción como una posibilidad real”.

Fuentes de la compañía señalaron que al asumir la estrategia del sindicato, los trabajadores también recibirían otros impactos, como la pérdida de la remuneración del mes, más el bono de producción mensual, el bono trimestral y el anual, ya que no se cumplirían las metas, por lo que en promedio un trabajador dejaría de percibir unos $5,5 millones en un año. De igual modo, no podrían acceder a la cobertura de salud ni a otros beneficios.

Asimismo, criticaron la actitud de López, ya que, según dicen, hasta la fecha no se ha discutido el fondo de la oferta, prevalenciendo la “necesidad de generar un precedente” por parte del asesor:

“Las pérdidas para Escondida serían menores que en la huelga anterior en los 30 días ya que dado que el sindicato llamó a “vacaciones” a sus socios no habrían bloqueos para el acceso y salida de trabajadores propios no sindicalizados ni contratistas, con lo cual se podrían realizar las actividades de mantenimiento de equipos críticos y mantenimientos mayores y hacer correr los procesos que estén al alcance de la dotación que mantendría en faena”, indicó una fuente.

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